Archivos para octubre, 2010

Muchos ya lo saben. Ayer fui censista. Fue una experiencia increíble, desde ya. Pero les cuento esto porque hubo una frase en la capacitación que nos dieron para eso, que me quedó grabada: «El censo es una fotografía de nuestro país en un determinado momento».
Es, como concepto, muy interesante pensarlo de esa manera. Imaginen si uds. miraran una foto suya de cada año de su vida. Qué mejor manera de ver los cambios que uno atraviesa? Las evoluciones y los retrocesos, las alegrías y las tristezas.
Desde ya la vida de un país es tanto más extensa que las nuestras y es por eso, que la foto se saca cada 10 años. Ahora traten de mirar las fotos de nuestro país: 1980, 1991, 2001 y ayer. Esas son las fotos en las que salí yo. Desde mi lado más sincero, no digo más nada y espero que cada uno experimente su propia mirada sobre sus propias fotos. Pero les digo que creo, que en la foto de la Argentina 2010 es en la que mejor salimos muchos de nosotros.

Y como última cosa, siguiendo la lógica de la foto, creo que no en vano Nestor Kirchner, en un último guiño, quería que la foto del país, que soño en voz alta, con los ojos abiertos y para el que entregó su vida, fuera esta:


La plaza repleta de gente, toda junta, sin importar nada más

El marcó el camino y recorrió la primera parte. Ahora sigamos el rumbo y defendamos el modelo. Ni un paso atrás!

Algún día, espero, que mis hijos me pregunten donde estaba cuando murió Nestor Kirchner. Les voy a decir que estaba censando la población de mi país en este día triste. Hoy más que nunca, Viva Argentina Carajo! No al odio, ni de las peores basuras y buitres. Porque no nos van a robar la alegría. Gracias Nestor. ¡Fuerza Cristina!

Acabo de observar atentamente este video del Strip Dance de Silvina Escudero en el programa de Tinelli y estoy anonadado. Espero no sonar viejo, ni nada. Pero se fue todo al carajo. Realmente espero que haya un sanción, porque ya me parece un exceso. Y no solo hablo de lo sexual del baile, sino de la ridicula y violenta reacción posterior de Tinelli.

De paso, lo uso como excusa para republicar esto que escribí hace un tiempo.

El año 2010 llega con una sobrecarga de hechos relevantes a nivel histórico para la Argentina. Todavía me sorprende. Hay tantas cosas que pasan día a día que me parecen increíblemente relevantes tanto en política, economía como a nivel sociedad. Y mientras las listaba mentalmente se me ocurrió preguntarme si realmente es así o es lo mismo que siempre pero ahora las vivimos de otra manera.

Y lo primero que se me ocurre, pisando los 30 años, es decirme a mí mismo que mi generación es la primera que no se acuerda haber vivido ninguna dictadura. En un país signado por sangrientos gobiernos de facto a lo largo del siglo XX, somos la primera generación después del último golpe de estado que comienza a tomar la escena en este país.

Yo nací en el ’81, por lo que no recuerdo, a pesar de vivir los últimos años, nada sobre la vida en la Argentina entre 1976 y 1983. Mis primeros recuerdos rondan entre el mundial de México ’86, Alfonsín, las Pascuas, la hiperinflación y la caja PAN. Todavía me encuentro tratando de entender con menos de 10 años cuando mis viejos me hablaban de la guerra de Malvinas y de gente que había desaparecido.

Al mismo tiempo, revivo en mi cabeza la década del menemato, con la convertibilidad, el surgimiento de Tinelli y esa puja entre los últimos grandes exponentes de la clase media argentina intelectual y los tilingos que recibieron el chupetín del imperialismo con los brazos abiertos. Y la clase media, perdió. Y por goleada.

Pido disculpas por mezclar otra de mis pasiones, el fútbol, pero se me hace necesario. Hace poco un amigo me dijo que el mundial del ’90 fue el último mundial real y que a partir de USA ’94 empezaron los McMundiales. Justo en Estados Unidos, nada es casual, hubo un cambio grande. La exposición de los medios, de la mano de los adelantos tecnológicos, era cada vez mayor. Y mientras, en la Argentina, Tinelli le rompía las cosas a la gente, con cámaras ocultas.

Pero la clase media perdió una lucha desigual. Porque le tiraron a matar a gente que valoraba una forma de pensar por encima de todo. Porque no podían soportar que aquellos que seguían vivos cuestionaran su plan neoliberal.

Una gran cantidad de gente, cayó en el agujero. El hoyo negro, lleno de joditas para Tinelli, Cajitas felices, viajes a Disney e industria china. Nos quisieron tinellizar a la fuerza. Con un Oso de Leo y pizza con champagne. Eramos adolescentes y evadir esa artillería anticultural fue complicado. Porque nos quisieron hacer creer que la plata era lo más importante, que leer no servía y que la imagen era todo.

Pero nos resistimos. Ojo, en el camino quedaron muchos. Los veo cada tanto. Leen Clarín y miran TN. Es casi una lobotomía frontal progresiva. Lleva casi 20 años. Su máximo exponente actual es “Bailando por un sueño”. Pero a los que no, acá nos tienen. Con ganas de usar la palabra luchar de nuevo. Porque hay un nuevo escenario en la Argentina. Y es el momento de darnos paso. Es momento de que la generación democracia, esa que no vivió nunca una dictadura, se haga oir. Y porque ya es hora de que nosotros los veintitanto y los treinticortos nos pongamos los pantalones largos y cambiemos el país. Basta de McDonald’s, basta de Tinelli. Ahora es el momento de apagar la tele y pelear por el país que queremos.

Mandá «Decadencia» al 2020

Publicado: 25 octubre, 2010 en Textos

Recién leía este post de Gerardo Fernández sobre «El pelotudo argentino» en su blog Tirando al medio y quiero rescatar este fragmento:

El pelotudo argentino no discute de política porque «ni él va a cambiar tu forma de pensar ni vos se la vas a modificar a él». No viene programado para rebelarse pero sí está formateado para ponerse del lado de los ricos toda vez que se intente sacarles algo. El pelotudo argentino de pueblo chico, por ejemplo, es de meterse en comisiones junto a los capangas del lugar para compartir reuniones y asados y creer así que por estar sentado al lado del potentado su status se ennoblece.

Este fragmento me catapultó automaticamente a esta gran cita de Bertolt Brecht:

El peor analfabeto es el analfabeto político. No oye, no habla, no participa de los acontecimientos políticos. No sabe que el coste de la vida, del pan , de la harina, del vestido, del zapato y de las medicinas, dependen de las decisiones políticas. El analfabeto político es tan burro que se enorgullece y ensancha el pecho diciendo que odia la política. No sabe que de su ignorancia política nace la prostituta, el menor abandonado y el peor de todos los bandidos que es el político corrupto, mequetrefe y lacayo de las empresas nacionales y multinacionales.

Uno puede estar de acuerdo con el gobierno o no. Eso lo podremos seguir discutiendo y discutiendo. Pero si hay un fenómeno que ha llegado de la mano de esta gestión, es la exposición del analfabeto político. Queda en evidencia en cada charla. Cada vez que repite como un loro lo que le inyectaron en TN o Clarín, alguien lo cuestiona y al menos lo obliga a hacer un esfuerzo.
Después de la huida en helicóptero de De la Rua, mientras que yo con 20 años me puteaba con mi viejo que asustado no me quería dejar ir a la plaza por miedo, mucha gente a mi alrededor se golpeaba el pecho y decía no importarle la política. El «Que se vayan todos» de la post crisis 2001, venía acompañado de una energía peligrosísima. Porque funcionaba como una manera de decirnos a los jóvenes que todo estaba perdido, que nada podía cambiar.
Pero en estos últimos años la corriente ha cambiado. La realidad exige compromiso y el pelotudo argentino/analfabeto político están cada vez más en evidencia. Se siente incómodos. Se quejan. Patalean. De pronto me ilusionó y creo que va a haber menos gente pidiendo culos al 2020 directo a su celular. Porque no pueden detener lo que pasa a su alrededor. Cada vez son más y cada vez más jóvenes los que se involucran de nuevo en la política. O al menos se preocupan y quieren informarse.
Y yo me alegro porque esos, son los que van a seguir incomodando al pelotudo argentino. Y en una de esas, hasta los hace un poquito menos pelotudos, pero un poco más argentinos.

Hoy me pregunto eso. Cómo puede ser que lea en una encuesta que el 67% de la gente de clase media/alta y alta, dice que el país está mejor pero no van a votar a un candidato asociado a los Kirchner? Es una voluntad autodestructiva? Tan fuerte es la necesidad que tenemos de diferenciarnos de los pobres? Tan fuerte es la impronta del capitalismo salvaje que no podemos soportar la idea de que los de abajo suban? Realmente no lo entiendo.

Ahora lo que sí sé, es esto: Yo elijo un gobierno que deja al país con record de reservas en el Banco Central en lugar de las arcas vaciadas. Elijo el que aumenta constantemente las jubilaciones y los sueldos en lugar de ajustárselos; el que reduce la deuda externa en vez de endeudarse y declararse en default; el que tiene una inflación controlable en lugar de una hiperinflación; el que juzga a los genocidas en vez de indultarlos o darles cargos públicos; el que nacionaliza las empresas en lugar de mandarlas a la quiebra y venderlas por monedas; el que resiste una crisis económica internacional en vez de hundirse con el “Tequila”; el que dinamiza el consumo en vez de imaginar un corralito, un corralón y al final se queda con los depósitos; el que no reprime en lugar del que reprime y mata. Esas entre tantas otras cosas, son las que me obligan a apoyar este modelo Nacional y Popular.

Hay infinidad de cuestiones que podemos discutir sobre si los Kirchner son esto o aquello, honestos o deshonestos. Pero aquí les dejo mi reflexión: si vamos a jugar el juego, juguémoslo bien. Salgamos al mundo a pelear de igual a igual y no con los pantalones bajos de entrada, que es lo que quieren los cipayos de la oposición. Basta de entregar las armas a las grandes corporaciones sin dar lucha. Basta de decirnos que tendríamos que ser el granero del mundo, lo mismo que nos decían en 1930. Somos patria y no queremos ser el granero de nadie, más que de nosotros mismos. Queremos tener una industria fuerte y autosuficiente, y políticas aduaneras sensatas que respeten a nuestro país y a sus habitantes.

Y por todo eso, apoyo a este gobierno y a su modelo. Querés decirme que soy kirchnerista o que soy K? Como quieras. Yo prefiero decir que soy Argentino.

Este blog apoya el premio Nobel de la Paz a las Abuelas de Plaza de Mayo. Por su lucha, su valor, su persistencia y perseverancia. Porque algunos ahora nos quieren hacer creer que la memoria es otra cosa, y que todo lo que pasó en el pasado debería quedar ahí.

Hoy más que nunca tenemos que estar atentos. Hace 27 años que recuperamos la democracia y sin embargo me atrevo a asegurar que aquellos que impusieron la dictadura más sangrienta de nuestra historia y también los que la apoyaron, nunca dejaron de buscar la manera de replicar su modelo de egoísmo, violencia y falta de respeto por los derechos humanos. Por que ellos estarían dispuesto a lo que sea para cuidar sus intereses, pero nosotros estamos dispuestos a todo, para que nunca vuelvan a imponer la necesidad de unos pocos por sobre el bien común.

Te invitamos a que vos también lo hagas entrando a este link y firmando

Es necesario, aunque cuando leas esto, no te parezca.

Cachetazo

Publicado: 4 octubre, 2010 en Videos
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Sí, cachetazo me pega la globalización de este mundo, cada vez que le dejo de prestar atención un poco.

Esto es en Teheran en 1991 y con eso, digo todo. Miren el video, hasta donde aguanten…