¿Para que carajo sacar fotos de paisajes en la actualidad?
Es la pregunta que más me hago respecto de mi laburo. Con las fotos en sí no me hago tantas preguntas. Ellas son, las veo, las hago, las descubro, las disfruto, me conmueven, experimento: son.
Por sobre todas las cosas, las hago porque me gusta caminar esos lugares, vivir esos caminos y encontrarlas en el medio de la naturaleza.
Pero en tiempos aciagos como los que nos toca vivir políticamente la pregunta sigue repitiéndose en mi cabeza.
¿De qué sirve? ¿Para qué hacer una foto de un paisaje? ¿Es ego? ¿Es por los likes de facebook? ¿Por qué siento esa necesidad, primero de hacer y luego de compartir?
La inclusión de lo político en esta línea de pensamiento no es casual. Antes que nada soy sujeto político y desde ahí es que pienso mis acciones, deseos y a mí mismo.
Lo más cercano a lo que he llegado es a pensar que con lo corta que es nuestra estancia habitando el cuerpo que nos tocó, la búsqueda de la belleza, sea como sea que cada uno la perciba, es una responsabilidad. Muchas veces vivo el hacer imágenes donde me siento representado, donde siento que estoy, como un acto de extrema soberanía personal.
De todos modos, no tengo respuesta. A veces tanta duda me carcome un poco. Es una invitación a la reflexión. Yo seguiré buscando. Mientras tanto, acá les comparto algo de lo que la belleza es para mí.
Maldito Entusiasta 